sábado, 21 de abril de 2012

Segunda parte del cuento: "Como nombre soledad"


II

Todo comenzó hace poco más de un año. Marco solía frecuentar lugares poco comunes, alejados de toda multitud, con un solo motivo, encontrar soledad, y de la mano de esto, dejar fluir sus pensamientos de manera libre, como solamente él solía apreciar y hacer. Las veces que realmente encontraba lo que estaba buscando era capaz de permanecer dias enteros sentado bajo un árbol, sin mover tan solo un músculo de su cara. Claro está que aquello no ocurría la mayoría de las veces, por no decir que casi nunca lo hacia. Pero como Marco no era un hombre que viviera su vida de manera rápida, esperaba pacientemente ese momento.
La manera que tenia este individuo de realizar su análisis era de naturaleza bastante particular, observaba su mirada, la profundidad de esta, el brillo de los ojos y mucho otros factores que solamente es posible apreciar si es que se llevan años realizando tal practica; no es que Marco llevara realmente mucho tiempo en ello, pero realmente se le daba fácil tal análisis. Observando su postura, actuar, movimientos, se podría decir que sus evaluaciones eran realizadas con bastante seriedad. Si mal no recuerdo, creo haberle preguntado  más de un par de veces que era lo que realmente veía a través de los ojos de las personas en las que fijaba la mirada, él me respondió vagamente, que era posible intuir, de cierta forma, la verdadera manera de ser y por que el actuar de ella. Aun habiéndole preguntado a él mismo, el trasfondo de su análisis, por largos años pensé que eso tenia realmente ningún sentido, luego me cuestioné ¿cómo será posible conocer a alguien, en toda la profundidad que esto implica, con solo observar su mirada?, realmente no tiene mucha lógica. Más adelante entendí que los ojos de una persona, de manera más concreta, su mirada, es capas de expresar sentimientos que con palabras difícilmente podríamos decir, o incluso plasmar en el papel costaría trabajo. Se comportan como un infinito mar de secretos, hay que hacerse el tiempo para explorarlo completamente, de otra forma, son comparables a un cofre lleno de tesoros, solamente hace falta poseer la llave que abrirá el candado, para luego disfrutar de las incontables gemas que hay en su interior. Y Marco, de alguna u otra forma, era quien poseía aquella llave, él era capas de descifrar ese acertijo.
Cuesta trabajo pensar, y luego aceptar, que teniendo en su haber tal herramienta, no fuese capas de encontrar una verdadera felicidad, no pudo encontrar una persona cuya mirada fuese distinta de las demás, una mirada que permaneciera constantemente en su cabeza, que estuviera con él día y noche. Para Marco, su vida giraba en torno a encontrar a la persona que poseía aquella mirada. Triste hubiera sido su vida si no la hubiera encontrado, pero lo fue más aún por el hecho de que sí la encontró.

viernes, 6 de abril de 2012

sombra de un hombre

Ese es el hombre,
decían todos cuando pasaba
y así mismo
con el dedo le apuntaban
pues por la ambición de sinceridad
el alma regaló a cancerbero,
la condena trajo a su destino
ya hizo de la soledad su huésped favorita.

 Sin siquiera pensar en una pregunta
se vio obligado a dar dos respuestas,
a cerrar dos caminos antes abiertos,
a caminar sin la luz de una estrella;
ciego por un sendero nuevo
que debe construir mientras camina

Dios cierra puertas y a veces cierra también las ventanas;
un alma cercana se desconoce en dos segundos,
una amistad se arruina en sólo uno
y en medio segundo una relación acaba.

La mente domina el alma nuevamente
pues el dolo es a veces pedido a gritos
y ella, silenciosa, distraída lo regala felizmente.

sábado, 24 de marzo de 2012

           
La ignorancia no libra al culpable
Y perdidos en un mar incierto
Nos hundimos y caemos
En mares de culpa y dolor…

Vivimos entre corazones rotos
Creyendo ser los únicos…
Atados de pies y manos nos vemos
Y no cambiará mientras no cambiemos…

Y seguimos siendo los mismos…

Buscando, navegando
Bajo excusas de redención
En busca de la tierra de las promesas
Perdidos entre laberintos de sombras

Y seguimos siendo los mismos…

Perdidos en un mar incierto
Los mismos…
Buscando la tierra de las promesas
Entre mares de culpa y dolor
Buscando entre culpa y dolor…

..seguimos siendo los mismos.

viernes, 23 de marzo de 2012

Recorrido

Todas las tardes la veía pasar
hermosa y misteriosa como la noche
recorriendo siempre el mismo camino
recorriendo lo mismo, de la misma forma

En su cabeza, su cabello era su corona
en su piel, su rostro brillaba con luz propia
desde mi ventana la veía pasar,
recorriendo lo mismo, de la misma forma

El aire no la tocaba,
la lluvia no la mojaba,
jamás se inmutaba
recorriendo lo mismo, de la misma forma.

Un día sus ojos logré ver
y mil años en un segundo viví,
atrapado en un inmenso vacío... y ella...
recorriendo lo mismo, de la misma forma

Finalmente a la vista e mi ventana la esperé
y a la misma hora de siempre pasó,
sin palabras me invitó y desde ese momento
recorremos lo mismo, de la misma forma

jueves, 22 de marzo de 2012

Aquel día maldito...

Y entonces, dijo el anciano... ¿No ayudarán a sus Hermanos?
Un gran silencio invadió el lugar, los Grandes Magos lo observaron:
sus ropas sucias y rasgadas, su cara sucia y herida, caminaba mal y usaba un baston que mas que bastón parecía unas cuantas ramas amarradas para lograr algo de firmeza -¡NO!, replicaron al unisono a lo que el pequeño anciano contestó: "Tal como me lo esperé" y salió del lugar.

Al otro lado de la puerta todo era caos, hacía una semana se había descubierto que un gran cometa se dirigía hacia el planeta, los gobiernos y científicos intentaron encontrar una solución, pero desafortunadamente fallaron en encontrar una salida lógica al asunto por lo que recurrieron a lo no-lógico, en otras palabras recurrieron a la magia, el ocultismo y la metafísica.

 En todo el mundo se hicieron pruebas, exámenes y torneos para encontrar a los mejores pero sólo una persona  por continente logró superar todas las pruebas y a éstos "Súper hombres" se les entregaron dispositivos electrónicos  para amplificar aún mas sus habilidades y se creó un consejo entre las distintas naciones del planeta, representadas por sus gobernantes los científicos mas prominentes y los recién elegidos "Salvadores" de cada continente para encontrar una solución a la muerte inminente. Pero nuestros héroes se embriagaron de poder y crearon una manera de salvarse y hacerse con mas poder y riquezas trasladandose a otro planeta y crear una puerta por la que la gente podía pasar a pedir asilo, aunque, obviamente debían pagar una "módica suma" que únicamente la podían pagar las clases sociales mas altas.

A dos días del impacto que destruiría la vida sobre el planeta aparecío en una de las principales ciudades del mundo un pobre anciano de aspecto sombrío un aura horriblemente oscura y una mirada demasiado inquietante, quien predicaba sobre el fin de la humanidad y de como todos, TODOS iban a morir por culpa de estar "dormidos" y por no tener voluntad propia,  a lo que una multitud respondío golpeándolo y humillandolo, después de lo cual se puso de pie y abrió la gran puerta interplanetaria diciendo "Pongo mis esperanzas en que cuando vuelva tengan la solucion para salvar su pobre y triste trasero".

Cuando el hombre volvío todo estaba peor, la ciudad estaba casi completamente destruída, la humanidad se había resignado a que la aniquilación era su destino y habían empezado a simplemente hacer lo que querían: matar, violar, robar, rezar, llorar, suicidarse, reír y por sobre todo usar ese instinto animal al cual tánto aborrecen tánto, que separaban el concepto "humano" del concepto "animal".

El hombre sabía que quedaban pocas horas... podía sentir como el planeta empezaba a cambiar por la cercanía de un objeto tan grande, los científicos y los líderes mundiales atacaron el meteoro con misiles de diversos tipos y usaron armas muy avanzadas pero nada parecía afectar la trayectoría, el hombre se sentó junto a un arbol y apoyó la cabeza sobre éste y le preguntó "Hermano árbol ¿Quieres morir hoy?" Algunas criaturas desconcertadas se le acercaron, el miedo las invadía y su instinto las había abandonado y el hombre las miró y les pregunto también "Hermanos ¿Quieren morir hoy?".

Una extraña tranquilidad invadió a las personas que se encontraban cerca, las cuales se acercaron al extraño hombre que estaba en el bosque, un hombre de ropas negras pero radiantes de mirada sombría pero cariñosa el hombre de aura oscura pero cálida y éste les dijo a todos: "Hermanos, se que no quieren morir hoy." y el jóven se puso de pié, tomó su báculo y levantó una mano. Los presentes sintieron una gran paz interior que fué interrumpida por horribles gritos y lamentos, la tierra a sus pies se empezó a abrir y de las grietas salieron los horrores del infierno. Muchas personas corrían atemorizadas por el "espectáculo" pero poco a poco se dieron cuenta que aquellos horrores se arrodillaron ante el jóven hombre por lo que guardaron la calma.

Luego el jóven clavó su báculo en el suelo y alzó la otra mano y los horrores calleron muertos y sus almas se juntaron en el dedo índice del extrano jóven quién dijo "Que lo que se haga hoy no sea recordado con alegría, sino con maldiciones y mala cara, porque en éste día mis hermanos...  en éste día aquellos que ustedes consideran malignos y a quienes les temen los salvarán, no por alguna causa noble ni por querer ascender, sino porque ¡LOS ODIAMOS! y si ustedes desaparecen no tendríamos a quién odiar".

Un gran silencio invadió el planeta.. todo estaba sombríamente sereno y los cadaveres de los horrores se apilaban por todas partes, el joven tomó su báculo, golpeó el piso y los cuerpos de los horrores fueron tragados por el fuego del infierno, acto seguido el Demonio se dió la vuelta y voló hacia los cielos con un resplándor enceguecedor.

Ya faltaba poco para que el meteorito entrara en "la recta final" como lo llamaron los científicos, el
espacio comprendido entre el planeta y su luna mas lejana, los monitores del centro en que se controlaba el avance del meteoro mostraron algo impresionante: un pequeño punto que se dirigía hacia la gran roca...

100 años han pasado desde que el planeta estuviera en peligro, la vida es plena, la puerta que antes conectaba con otro mundo ya no existe, graciosamente la gente que pudo pagar para pasar por la puerta no hacía falta, es mas, sobraban en la sociedad, ya no habían países, estratos sociales, ni diferencias... todo era casi utópico, excepto por ese día, ese maldito día en que se maldecía que se quemaban figuras humanas, se protestaba y se dejaba salir la ira en contra de aquellos horribles seres que huyeron dejando a sus semejantes a su destino, en que aquellos que se suponía los salvarían los condenaron y peor aún ese día en que los que creían eran sus enemigos resultaron ser sus hermanos y los avergonzaron y humillaron haciéndo su trabajo y sacrificando su existencia, para que aquel roca enorme golpee aquel planeta dónde sólo había avaricia, maldad y ansias de poder.

martes, 20 de marzo de 2012

caminando con la noche

en el vacío de la mente,
en la eterna penúmbra camina la noche
sola y sádica, haciendo caer al maldito
haciendo caer al solitario

Pero si hay una vergüenza,
yo no soy quien la siente,
si hay miedo,
no soy yo el miedoso,
pues yo soy la emoción
la desesperación y la destrucción
y seré yo quien camine junto a la noche

ya que para levantarse hay que caer primero,
para ser más resistente hay que recibir lo golpes,
y para ser la luz del día que ilumina la vida
primer hay que caminar junto a la eterna noche.


sábado, 17 de marzo de 2012

Un "algo" para comenzar...



“ A veces el Silencio mata lentamente,
 no sólo al que calla sino también a todos
aquellos que quieren oír. ”





...El silencio era paralizante, y la tensión en el ambiente hacía que  la respiración de los presentes se contubiera por algunos segundos, porque la sentencia del pueblo ya casi estaba hecha y los clérigos dichosos y orgullosos  del dominio que tenían sobre su  pueblo sólo esperaban  caer la mano del verdugo... Entonces entre la multitud una luz brilló, y aquel hombre que nunca comentó palabra alguna con alguien por primera vez se atrevió a hablar, sereno pero con una fuerza abrumadora en cada una de sus palabras... habló.

-Querido pueblo!  Yo no pretendo ir en contra de la justicia de los hombres, yo sólo pretendo seguir esa justicia que radica en la conciencia de todos vosotros, que va mas allá de la injusticia que hay en la justicia de aquellos lobos vestidos de oveja, que representan la ley de Dios condenando a muerte a este hombre que tuvo el coraje de intentar abrir vuestros ojos cegados por el miedo a morir de peor forma que la que han vivido.

Ayer ustedes entregaron al perseguido ante las manos del poderoso enemigo, quien vive ocioso gracias a vuestro trabajo y a vuestra riqueza, llenando así su estómago y el de los demás clérigos a costa de su pobreza y el hambre de vuestros hijos... ¿Esque no os daís cuenta que los monjes y la clase privilegiada conspiran juntos en vuestra esclavitud? mientras trabajais las tierras que quitaron a vuestros ancestros y llenais las bodegas del amo y señor recibiendo por ello sólo pan y agua...

Ahora el único hombre que se dió cuenta de esto y luchó fue este monje expulsado del monasterio, acusado de herejía e indigno representante de Dios ante las sucias miradas de los hombres.

Hermanos ¿Les parece justo condenar a quién luchó por causa ajena y ahora ve las espaldas de quienes él con tanto impetu defendió? ¡hombre que sabiendo las consecuencias de sus actos, siguió los dictados de sus ideales y enfrentó las injustas leyes?

  Querido pueblo, no tengais miedo... la desición sobre la vida del mal llamado hereje aún está en sus manos, por último yo no os pido clemencia, mas sed justos; porque la clemencia es sólo para el culpable... Porque el inocente sólo busca justicia.


... continuará!


(tal vez...)

Primera parte de un pequeño cuento, que lleva como titulo:


Como nombre soledad


Algún día conocí a cierta persona que tubo gran importancia dentro de mi vida, cambio sin que me diera cuenta mi manera de ser, pensar, provoco un vuelco radical en toda mi persona.
Para lo que les voy a relatar su nombre no tiene mucha importancia, pero para evitar posteriores confusiones, les diré que se llamaba Marco.
Hace mucho tiempo que ya perdí contacto con aquella persona, se podría decir q ya forma parte de mi pasado, un pasado que a pesar de todo no me gustaría volver a recordar, pero sin embargo lo haré, puesto que me veo en la necesidad de dejar testimonio de todo esto, y de alguna forma también, liberarme de este peso que he estado cargando por años, del dolor que me provocaba el no poder contarle a nadie todo estos pensamientos que afloraban de a poco en mi mente, una frágil mente que en esos entonces ya no daba para más.

Para narrar esta historia tiene mas importancia la vida de Marco que la mía, de hecho, lo que les voy a narrar, es la vida de esta persona, una persona que tomó por el cuello mi posterior existencia, no se si para bien o para mal, de todas formas, ya está hecho.

Lo conocí podría decirse que de toda la vida. Crecí con él física y psicológicamente. Daba la impresión que hubiéramos estado destinados a compartir nuestras vidas. Es por ese mismo hecho que sabia mas que nadie de lo que era y no capaz de hacer, pero es en estos momentos donde lo pongo en duda, probablemente si hubiera estado mas cerca de él se podría haber evitado esta terrible desgracia, aquella que marcó mi vida.

Marco era una persona normal, a la vista de cualquiera se podría decir que un poco retraído, pero dentro de los parámetros normales. Muchas veces fue juzgado por el resto gracias a ese mismo hecho, rara vez compartía sus pensamientos y sentimientos a otra personas, por no decir, claro, que nunca lo hacia. Se inclinaba por no hablar, antes que dejar salir de su boca palabras sin sentido, consideraba esto como un acto innecesario de la mayoría de las personas, acto que además demandaba tiempo, tiempo que él consideraba de gran valor, y que prefería ocupar reflexiones de mayor utilidad.

Creo que no vale la pena seguir extendiéndose en la descripción de Marco, si bien podría seguir hablando sobre él por páginas y páginas, lo mejor será que se den cuenta por ustedes mismos como era esta persona, y la vida que llevaba.

domingo, 11 de marzo de 2012

Eventualmente

Eventualmente las cosas ocurren
Eventualmente esto ocurriría
Eventualmente todo termina,
estoy seguro que lo sabías

Eventualmente llovería
y luego eventualmente el sol volvería a brillar
eventualmente nos mojaríamos,
eventualmente hasta enfermar.

Eventualmente me hiciste enojar,
Eventualmente llorarías;
lo sé, lo sabías, estoy seguro,
Eventualmente me volví loco, eso también lo sabías.

Eventualmente el destino nos golpearía la cara
Y la realidad sería nuestra droga,
Obligados a drogarnos eventualmente
escapando de la fantasía
todo ocurriría... eventualmente

Eventualmente el fin llega
los ojos se cierran, el cuento acaba,
Eventualmente un golpe
un golpe, eventualmente hacia tí.

sábado, 10 de marzo de 2012

punto de vista

“Porque todas las cosas dependen del punto de vista por el cual sean tomadas”

Anoche tuve un sueño salvaje, creo no exagerar si lo analogo a tu personalidad; impredecible, efímera a ratos… tu forma de ser corresponde a un sinfín de interrogantes que no son capaces de diluirse entre mis dedos, al contrario, chocan contra mí como una bola de nieve en un día en cual todo tipo de comercio es interrumpido gracias al horrible, pero hermoso panorama.

Si me pidiera definirte con una palabra… difícil, sí, pero tras un tiempo no despreciable de tiempo, elijo la palabra: cruel. Sí, eres cruel.

¿Cuántas veces dije que te necesitaba? Cada vez que me permitías deleitarme con tus deliciosos labios te lo decía. Lo sé, lo sé porque recuerdo a la perfección esa adorable mueca que se cimentaba en tu rostro; arrugabas la nariz y sonreías…

Esa sonrisa era tu mayor y peor defecto… tenias y tienes esa macabra habilidad de tomar el cielo más azul y volverlo gris.

Aún así…

Aún así te amaba como nunca he hecho… y no puedo creer que haya usado esa palabra en pasado, pues el sólo evocar tu recuerdo provoca mariposas en mi estómago… pero no lo mereces, lo sé, lo sabes.

Sin embargo no puedo entender cómo demonios me enamoré de ti.

Tenía la predisposición a cambiar por ti, solo para salvar nuestra ya deteriorada relación, más tu dijiste ya no importaba.

Dijiste que ya no importaba.


.


Ódiame, te lo suplico…

Eventualmente sabrás todos los por qué de lo que hice...


La sabiduria y nobleza del gato

Había una vez, un joven que tenía un gato, de rayado y anaranjado cuerpo, esbelto y gritón, ya que quería toda la atención del joven para él solo. En la casa nadie más lo acariciaba, prefería las caricias de su amo que tiernamente entre las orejas le rascaba, y entrecerraba sus grandes y amarillos ojos de puro gusto.
Un día de aquellos, llego a la casa un nuevo integrante, un hermoso culli, mas parecía una enorme rata decía la madre a lo que el gato maullaba como queriendo apoyar el comentario. Pero no importaba, el gato tenía a su amo y eso era lo único que importaba, hasta que un día el joven decidió acariciar también al culli, que infortunio para la pequeña criatura que el gato en sus acostumbrados paseos por la casa, vio al joven cargando al animalejo, su ira basada en la traición hizo surgir lo peor de ese atigrado felino, que no pudo resistir mas sus instintos y pesco al culli por el cuello arrastrándolo debajo de un sillón, ahí hizo de las suyas, lo abrió del cuello al ombligo haciendo caso omiso a los gritos del animalito confundido, y de la familia al otro lado del sillón, cuando los gritos del culli cesaron, la casa entera quedo en silencio, uno a uno los integrantes de la familia se asomaron para sopesar la sangrienta carnicería, y al gato, siempre contento y orgulloso de haber cumplido con su cometido, luciendo cual guerrero o cazador una genuina pieza de exhibición. Alarmados todos luego del sepulcral silencio, surgió una voz alentadora "Soy veterinaria" dijo una prima que andaba visitando a la familia, presurosos le entregaron el desarmado cadáver a  la que ahora se convertía en la heroína de la casa. No alcanza la teoría de la relatividad a explicar cuanto tiempo estuvo la prima en la cocina, sola, y el resto de la familia comentando lo rápido de lo acontecido, el joven miraba lejano a su anaranjado gato, que en forma de reprimenda fue a parar al patio. Finalmente la audaz prima salió de la cocina, con el cullo en los brazos, el pequeño desde el cuello al ombligo ahora estrenaba unas puntadas de campeonato, cual costurera profesional, la prima mostraba a todos el trabajo logrado, pero aun así el pobre animalejo no mostraba señales de vida, ni sus finos bigotitos, ni sus pequeñas y huesudas patitas querían volver a la vida, nadie lo hubiera hecho, con la amenaza circundante de un gato celoso, ni el diablo se acercaría al joven para cobrar su alma. Dejáronlo reposar la noche entera, tal vez un milagro les traería de vuelta al hiperactivo familiarcillo. Para conmoción de la familia a la mañana siguiente el culli seguía en el mismo estado, y estando todo el mundo resignado se aliviaban con palabras de consuelo “De todas formas tienen una vida corta” “Tal vez no era para este tipo de familia”, y no faltaron aquellos que con la tristeza disculpaban al gato, “Es su naturaleza, el instinto de un cazador felino, no hay nada que hacer”. Mientras preparaban al prematuro difunto, con ropitas monas hechas por la madre la noche anterior, con una hermosa cajita de zapatos en la que venían las zapatillas que ahora usaba el padre, y como olvidarse de la sepultura, que con anticipación había sido pedida al jardinero que, creyendo la superstición, cabo el no muy profundo foso, debajo del jazmín en flor. Todo estaba listo y dispuesto, la familia entera cubierta de negro, menos claro, el anaranjado gato que miraba desde una esquina del jardín como los humanos recorrían el porche cargando a cuestas al floreado finado. Puesto al fin y al cabo la lapida con su respectivo epitafio, se dispuso la familia a despedir a su bien amado, pero ¿Qué hace? De improviso y sin recato, el gato salto dentro del sepulcro sagrado, abrió la caja de zapatos y extrajo al culli de un zarpazo, la madre que ya lloraba a cantaros pues gustaba de hacer alharaca, cayo desmayada sin consuelo y sin nadie que la atajara, entre las risillas de uno y otro, el joven se acerco al gato pues este lo miraba insistentemente, cuando estuvo lo suficientemente cerca, notó que el ratonesco  ejemplar, no olía mal y que aun se encontraba tibio al tacto, pues sus mejillas lo advirtieron al acercarse a mas de centímetro, “No parece estar muerto” indico el joven y el gato que con un maullido corroboraba el comentario, “Imposible, soy la mejor veterinaria” decía la prima abriéndose camino hasta el supuesto cadáver, en efecto, el maltrecho culli aun respiraba y tras un exhaustivo examen, la prima dio su segundo diagnostico, el animalillo estaba vivo solo quería descansar, “Ábranle paso, prepárenle una cama” gritaba el padre. Y así todo vuelto a la vida, el gato ponía caras al joven, el cual se maravillaba de la noble acción de su nunca bien ponderado amigo, quien lo hubiera pensado, que después de haberle dado una buena zarandeada al pobre animalejo, lo salvaría de una horrible muerte enterrado bajo cincuenta centímetros. Que sabio y que noble eres mi atigrado amigo, le decía el joven al gato y en un acto casi reflejo, el joven por un momento habría jurado que su anaranjado gato le había sonreído y asentido, pero fue un segundo, seguido de un estruendoso maullido. 

¿Por qué escribir?



Acostado en mi cama
meditando estoy,
pensando en como componer,
esta mierda de creación

¡Hey wuacho!
digamos las cosas como son
las matemáticas son mejor
Einstein lo dijo y el era Pro

no fluyen las ideas
sólo mi colchón
estas palabras
no crearan una constelación

¡por favor! inyectenme morfina
no quiero pensar más
palabras culias
¡¡dejen de molestar!!

estas palabras vacaciones no dan
me tienen aburrido
no aguanto más
si no se van ahora
me moriré en la aurora

esto no tiene sentido
ignorante me dirán
no me interesa escribir
solo las ciencias para vivir...

jueves, 8 de marzo de 2012

La gran invocación


Ya tenían todo preparado para realizar su más ambicioso proyecto, su deseo más grande, oculto, maligno; mucho tiempo preparándose, mucho tiempo practicando, esperando, todo para este momento, el fruto de sus esfuerzos y engaños, el momento de llamar a Lughdait, su maestro, un demonio extremadamente poderoso, ambicioso, al igual que ellos pero magnificado. Muchos trataron de llamarlo, pero no pudieron con su ira y perecieron como los indignos que eran.
Preparaban los últimos arreglos para la ceremonia, era una noche oscura, en la que el silencio era destruido por una lluvia torrentosa, que les era perfecta para esconder sus gritos y aquella oscuridad de catacumbas en la que sus siluetas no se distinguían, todo estaba según ellos a su favor, en su mente el miedo y la emoción se mezclaban creando un sentimiento excitante
Todos los miembros del grupo se sentían preparados, a pesar de tener el temor propio de la situación, lo ocultaban con algo de maestría tras una supuesta ansiedad. Ellos eran ya experimentados en estas cosas, todos llevaban más de tres años practicando este tipo de cosas, aunque nunca habían intentado algo de esta magnitud y tal vez jamás lo hubiesen intentado, al menos solos pero ahora estaban juntos, ahora era posible.
Esta invocación era más trascendental que cualquiera que pudiesen haber tratado antes, ya no se trataba de seres a los que fácilmente se les podía robar el poder o a los que les podían dar órdenes como a esclavos, no, esta era la oportunidad de tener un poder inimaginable, ser capaces de todo, todos juntos, ya que por separados ni se les pasaría por la mente.
Con todo listo los seis integrantes se pusieron en la posición de la estrella de seis puntas; cada uno con sus tres años de experiencia, a las tres de la mañana. El sacerdote que dirigiría la ceremonia abre el libro y comienza a recitar las palabras en latín, haciendo parecer que el tiempo se detiene, los nervios y la ambición se mezcla y cada gota de lluvia se confunde con el sudor de los participantes.
Así sigue la invocación, aparece el cansancio en los cuerpos y mentes de los presentes, la energía que deben otorgar para este proyecto es demasiada y los estragos se hacen notar enseguida, las piernas les flaquean, los brazos les pesan, la espalda les duele, pero todo ese esfuerzo es por una finalidad, por eso vale la pena, para mantenerse en su estatus. Todos ellos pertenecían a la alta sociedad, siempre pulcros para la vista de la sociedad, pero con el alma podrida por dentro, podrida en la soledad, en sus altos puestos de trabajo, nadie sería capaz de sospechar de ellos, de esas personas tan bien intencionadas, tan orgullosas, al menos, que eso parecían, pero ellos sabían su verdad, sabían que sus almas estaban condenadas hacía ya mucho y que eso jamás cambiaría. Todas esas cosas pasaban por sus mentes mientras estaban en una especie de hipnosis que fue interrumpida bruscamente por el cambio de director de la ceremonia, ya que quien la estaba dirigiendo estaba casi a punto de desmayarse, por la energía que había empleado, ya parecía un muerto, con la cara pálida, disimulada por la penumbra que habitaban en ese momento.
El tiempo que transcurría era una eternidad, al menos eso les parecía, así lo sentían en sus cuerpos, en sus mentes, en sus espíritu Pero su espera estuvo recompensada, cuando llegó el momento del final, ya sólo bastaba verter la sangre de quien sería el controlador de la bestia, nadie se adelanto, nadie quiso pasarse de listo, ya que ninguno de ellos era tan iluso como para creer que podría dominar solo a aquel espíritu de destrucción
La sangre fue vertida, las gotas tocaron el símbolo y las últimas palabras del conjuro fueron recitadas y ahora sólo faltaba esperar a que ocurriese algo, de pronto, un rayo subió hacia el firmamento desde el centro del símbolo y la tierra comenzó a temblar; los miedos se magnificaron, el rayo aumento su fuerza encegueciéndolos a todos con una luz blanca y ardiente, pero de pronto la luz cesó, se apagó, se esfumó junto al temblor y todo volvió a la normalidad como si nada hubiese pasado, hasta que de pronto la tierra se abrió, y de ese agujero pareció la bestia que estaban esperando, gigante, del color de la sangre, con una mirada que traía la muerte impregnada, de dientes como navajas, con garras capaces de destruir cualquier cosa. Uno de los presentes venció su miedo y se le acerco para darle una orden, pero el ser sólo lo miró y luego de un segundo lo lanzó por los aires de con una garra, dejándolo muy mal herido. El resto de los presentes trataron de darle una orden al unísono, pero no dio resultado tampoco.
Pusieron de pie al hombre que había sido arrojado y trataron de tomar el libro de las invocaciones, su fuente de control, su única oportunidad, pero el demonio lo tomó primero y como si fuera una sola hoja de papel lo destrozó. Ese era el fin de sus esperanzas, ese movimiento acabó con sus ilusiones de poder, con cualquier intención de salir con vida.
En un último movimiento trataron de vencer al monstruo con sus poderes, pero sus energías estaban muy debilitadas por haber traído a ese ser hasta este mundo, el monstruo hizo un gesto de burla y se abalanzó sobre ellos, los hirió con sus garras, quemándoos y bebiéndose la sangre de sus víctimas, pero dejándolos a todos vivos, disfrutando el dolor de aquellos humanos, cada grito, cada quejido aumentaba su placer.
Pero este ser aparentemente irracional tenía su propio plan, todo lo que había hecho tenía un motivo, seis rasguños a cada uno, para cumplir con ese plan, plan que los necesitaba vivos en cuerpo, pero muertos por dentro, como ya estaban desde hacía tiempo atrás. Los movía como a simples títeres, como a unos trapos en sus manos gigantescas, para soltarlos en la posición en que los quería e inmovilizarlos con una mirada que hacía que los cuerpos de estas personas se petrificaran y solo respiraran con dificultad. Trataron en vano de decir algún conjuro, ni balbuceos salían de sus bocas, nada para controlar a la bestia podía ahora resultarles.
Ahora era el turno del invocado de invocar, y de los que creían ser invocadores ahora era el turno de pasar a ser los símbolos, los instrumentos, el canal para el demoníaco nuevo sacerdote de la ceremonia. Comenzó a decir sus conjuros, en un idioma inentendible, con gruñidos y quejidos que no parecía tener el mayor sentido, pero que iba haciendo que los cuerpos de estos pobres condenados se quemara cada vez más, que las heridas dolieran hasta penetrar la carne, los huesos y todo su ser, haciéndoles desear la muerte a cada instante; pero la muerte también jugaba con ellos como cómplice del demonio se les acercaba y alejaba, haciéndoles mayor el sufrimiento. Mientras ellos estaban en su agonía el demonio brillaba a cada palabra que decía, cada vez más, hasta que de pronto lanzó un rugido al aire, abrió los brazos e hizo cesar el brillo de su cuerpo, pero en cambio el de los hombres comenzó a brillar fuertemente, causándoles un dolor imposible de soportar, pero ellos estaban obligados a hacerlo, hasta que la agonía se detuvo, llegando la muerte a liberarlos, sus entrañas explotaron y de ellas salieron unas luces que se juntaron y crearon una puerta gigantesca, una puerta de una luz oscura, que se apareció gracias a los seis ilusos que pasaron seis horas, para conformar seis símbolos y así traer una puerta al infierno controlada por un demonio.