sábado, 17 de marzo de 2012

Primera parte de un pequeño cuento, que lleva como titulo:


Como nombre soledad


Algún día conocí a cierta persona que tubo gran importancia dentro de mi vida, cambio sin que me diera cuenta mi manera de ser, pensar, provoco un vuelco radical en toda mi persona.
Para lo que les voy a relatar su nombre no tiene mucha importancia, pero para evitar posteriores confusiones, les diré que se llamaba Marco.
Hace mucho tiempo que ya perdí contacto con aquella persona, se podría decir q ya forma parte de mi pasado, un pasado que a pesar de todo no me gustaría volver a recordar, pero sin embargo lo haré, puesto que me veo en la necesidad de dejar testimonio de todo esto, y de alguna forma también, liberarme de este peso que he estado cargando por años, del dolor que me provocaba el no poder contarle a nadie todo estos pensamientos que afloraban de a poco en mi mente, una frágil mente que en esos entonces ya no daba para más.

Para narrar esta historia tiene mas importancia la vida de Marco que la mía, de hecho, lo que les voy a narrar, es la vida de esta persona, una persona que tomó por el cuello mi posterior existencia, no se si para bien o para mal, de todas formas, ya está hecho.

Lo conocí podría decirse que de toda la vida. Crecí con él física y psicológicamente. Daba la impresión que hubiéramos estado destinados a compartir nuestras vidas. Es por ese mismo hecho que sabia mas que nadie de lo que era y no capaz de hacer, pero es en estos momentos donde lo pongo en duda, probablemente si hubiera estado mas cerca de él se podría haber evitado esta terrible desgracia, aquella que marcó mi vida.

Marco era una persona normal, a la vista de cualquiera se podría decir que un poco retraído, pero dentro de los parámetros normales. Muchas veces fue juzgado por el resto gracias a ese mismo hecho, rara vez compartía sus pensamientos y sentimientos a otra personas, por no decir, claro, que nunca lo hacia. Se inclinaba por no hablar, antes que dejar salir de su boca palabras sin sentido, consideraba esto como un acto innecesario de la mayoría de las personas, acto que además demandaba tiempo, tiempo que él consideraba de gran valor, y que prefería ocupar reflexiones de mayor utilidad.

Creo que no vale la pena seguir extendiéndose en la descripción de Marco, si bien podría seguir hablando sobre él por páginas y páginas, lo mejor será que se den cuenta por ustedes mismos como era esta persona, y la vida que llevaba.

No hay comentarios:

Publicar un comentario